20 cosas que odiamos padres y adolescentes
Lo que los adolescentes odian de los papás
2. Ser chismoso de sus cosas: El hecho de que nuestros hijos nos platiquen cosas, y que a los padres se les haga tierno, o bonito o simpático de contar, no significa que para nosotros los hijos sea simpático y que platiquen las cosas que les contamos a sus amigas o amigos. Es una falta de respeto y podemos perder su confianza; y, ¿si no podemos confiar en nuestros papás, entonces en quién confiamos?
3. Hurgar: El que busca, encuentra. Papás, estar hurgando en las cosas de sus hijos para encontrar cosas nada más por encontrarlas, es invadir su espacio privado. El único lugar íntimo que es suyo y sólo suyo, es su cuarto. Por favor, no revisen cajones, closets, mochilas. ¿Qué sentirían ustedes si los encueran en la calle?, Así se sienten ellos cuando revisan. ¡Respetemos su intimidad!
4. Regañar por algo que los papás hacen: No hay nada mas contradictorio. De verdad los hijos nos son tontos y se dan cuenta y hasta a veces les pierden el respeto a sus papás (no necesariamente verbal o de actitud) y los dejan de ver como sus “héroes” así como siempre los vimos desde chiquitos. Papás, nuestros hijos no son tontos y se dan cuenta, mejor pongan el buen ejemplo.
5. Regañar y justificar: “Porque sí, porque soy tu papá o mamá”: No hay peor explicación que cuando un papá les dice esta frase. Los hijos son seres racionales y necesitan entender porqué han hecho mal. No es un signo de rebeldía. De verdad, aunque estén en plena pubertad, simplemente en su inconsciente quieren saber el por qué de las cosas. Ellos siguen en crecimiento y les gusta encontrar una razón para las cosas que no entienden.
6. Poner a los hijos como medio de comunicación: ¡Que horror! Papás, si tienen una relación conflictiva entre ustedes, por favor vayan a terapia en pareja o arréglenselas ustedes. No saben el daño que les hacen al ponerlos como títeres a pasar mensajes entre ellos. Les ensucian la cabeza, los envenenan de cosas, de problemas y pensamientos negativos y más cuando están chiquitos y que no entienden nada de lo que pasa pero “mamá es mala” o “papa es un huevón” ¿qué es eso? Entiendan que son seres humanos y sienten. Cuando esto pasa, los hijos se sienten heridos, pues se tragan todas sus palabras y no podemos hacer nada al respecto aunque podamos. Y lo peor, es que a la larga, esto crea una barrera imposible de atravesar entre ustedes y ellos. Esto de verdad los trauma.
7. No decirles que los quieres: ¿Cómo esperan que nosotros seamos cariñosos, lindos, que les digamos cosas bonitas si ustedes no los enseñaron? No hay nada mas hermoso que escuchar a los papás que quieren a sus hijos, que los adoran y que siempre van a estar ahí para ellos. Los hijos necesitan afecto y demostraciones de cariño; y si a ustedes papás no se los enseñaron, cambien esto para que las futuras generaciones sean mejores que ustedes.
8. Hacerlos sentir menos: ¿Quién eres para hacerlos sentir menos?, ¿Quién les dijo que eras mejor que ellos? Papás, insultar a sus hijos (hacerlos sentir que son tontos, inútiles, lentos, flojos), no los va a hacer cambiar de opinión para superarse y demostrarles que no lo son (hay excepciones) sino todo lo contrario. Los trauma de verdad. Lo que más quieren es que los empujemos al mundo, que te digan lo inteligente, movido, bueno, listo que es. Aunque no estrictamente sea cierto, papás, busquen la manera de contribuir positivamente a las criticas hacia sus hijos. Las criticas que vienen de los papás son trascendentales para nosotros. Si sus propios padres piensan esto de ellos, ¿qué pensará de mí el resto del mundo?
9. Creer que solucionar un problema que ya tiene mucho tiempo y ha hecho mucho daño, se puede hacer en una sentada: Papás, no tratemos de tapar el sol con un dedo. Si ya saben que se han equivocado por mucho tiempo, entonces se deben de tomar el tiempo necesario para sanar las heridas de sus hijos. Las cosas no se solucionan de un día para otro y hay que tener paciencia. Sus actos tienen consecuencias, tómense el tiempo para encontrar la manera de solucionar el tiempo perdido o mal usado.
10. Ignorar a tus hijos.
Ana María Arizti