3 consejos útiles para una crianza menos estresante
La crianza es estresante, abrumadora, caótica y sumamente gratificante, placentera e invadida del amor más puro que hay. Entre tantas emociones, una de las más predominantes es el miedo (al fracaso, al dolor, a no poder con tanta responsabilidad). Esta emoción, por sí sola, puede conducir negativamente nuestro comportamiento en relación con nuestros hijos y su conducta: podemos llegar a ser muy exigentes sobre su desempeño académico, sobreprotegerlos ante ciertos riesgos naturales, entre otros.
Este tipo de crianza puede causar una sensación de estrés a lo largo del proceso (alrededor de, mínimo, 25 años). Habrá momentos en que se tendrá que cambiar la rutina, y por ende la dinámica de la crianza. Sin embargo, ¿cómo saber que se están haciendo “bien” las cosas?
Para Brittany Wong, del Huffington Post, explica que, aunque nunca hay una maternidad/paternidad correcta, hay ciertos pasos que pueden reducir el estrés en la crianza. Tales como los que les compartimos a continuación:
– Piensa en tu pareja (o empareja) como un socio en el trabajo cuando se trata de criar a los hijos. Como padres (no como pareja), al compartir el objetivo principal de criar a los hijos de manera exitosa, las emociones se “remueven” y entonces empiezan a trabajar respetuosamente en conjunto. Hay ocasiones en que parecerá imposible pero es importante mantener en la mira, el objetivo en conjunto.
– Encuentra diferentes maneras de comunicarte con tu pareja, expareja o quien te apoye en la crianza. Recuerda que es necesaria una comunicación asertiva y respetuosa para organizar el día a día con los hijos: desde quién se responsabilizará de levantarlos, hacerles el desayuno, almuerzo, comida y cena, hasta cómo se dividirán los gastos en general. El “poner sobre la mesa” los acuerdos respetuosos y asertivos ayudarán a reducir el estrés de la crianza.
– La flexibilidad será una herramienta básica para la crianza. El poner límites puede caer en dos extremos de rigidez y soltura. De acuerdo con Terry Gaspard, terapeuta y autora de Hijas de divorcio, “Tienes que ser flexible, en especial cuando se trata de adolescentes. […] De lo que he aprendido, si modelas la flexibilidad y la aceptación, ellos serán capaces de buscarte en necesidad de apoyo frente a un problema o un consejo.”