A mi niño le encantan las cosas de niñas y yo...

A mi niño le encantan las cosas de niñas y yo…

Me parece de pronto que este mundo podría ser un poco mas pacífico si las personas conservaran esa libertad de elegir lo que los hace realmente felices, si pudieran permanecer en el ser genuino sin perjuicios, ciertos de su camino sin distractores por hacer feliz a alguien mas…

A mi niño le encantan las cosas de niñas y yo…

Soy mamá de 4 niños en total, de los cuales 3 son varones y una es niña. Mi hijo de 3 años (que no es el mas pequeño) adora, realmente disfruta, le encantan y se alucina con las cosas que tradicionalmente se consideran de “niñas”, le gustan mucho las muñecas, los vestidos de las princesas, los ponys, las sirenas, las princesas en todas sus versiones, los cuentos de hadas y de castillos, le gusta descubrir que algunos de sus personajes favoritos (mujeres tienen poderes)…, prefiere las texturas que lleven colores alegres, claros y que ojalá tengan brillos y sedas o telas suaves, aprecia los mínimos detalles en lo que ve porque observa profundamente lo que considera bello y estético, así que reconoce y distingue si un peinado es elaborado y lindo, le gusta mirar los accesorios (lentes, sombreros, pulseras, anillos, collares…) y yo… yo no soy una mamá tradicional ni conservadora, entonces lo acompaño en el descubrimiento de estas cosas que tanto llaman su atención y observo…

Podría ahora decir que es normal y que no es nada relevante, pero la verdad es que no lo sé. Y si creo que los juguetes son juguetes, los cuentos son cuentos y los disfraces son disfraces… no son ni de niña, ni de niño, o no deberían de serlo. No sé si todos los niños se comportan así, o si es que el mío lo hace porque tiene el espacio y la libertad de hacerlo, o porque están los juguetes de su hermana a su alcance y los usa y le gustan, o porque su hermana lo adora y lo involucra en sus juegos, pero la verdad es que no lo sé. Mi hijo es un niño adorable (como todas las madres creemos que son nuestros hijos), pero es verdad, es un niño paciente, sensible, compasivo, tierno, tolerante, con una gran imaginación y aprecio por lo que represente cadencia y belleza, por ejemplo la música, el ballet, o la gimnasia, pero igual le encanta mirar aparadores de trajes de novias o telas para tapizar muebles que sean llenas de texturas y colores, ama las flores, las mariposas y estar en la naturaleza… y yo: observo.

Si se trata de jugar, lo cierto es que participa en los juegos con sus hermanos y hermana, juega lo mismo a los autos que a las muñecas, pero si le toca elegir, escoge algún juego o juguete que involucre muñecas o actividades como cuidar a un bebé o pasearlo en la carriola. Con su hermana comparte muchos intereses y María de 6 años se considera muy afortunada porque es verdad que es un gran compañero de juegos, y yo: observo.

Cierto es que los juguetes que “tradicionalmente” o “conservadoramente” se consideran de niñas son quizá mas atractivos, tienen mas colores y diseño y a muchas niñas y niños les llaman mas la atención, lo mismo pasa con la ropa para esas muñecas o para las mismas niñas y los juegos, hay muchas opciones coloridas y divertidas, cuando se trata imitar o pretender roles domésticos (jugar a la comidita, a la mamá, al bebé, a la casita), veo que a muchas niñas y niños les encantan… y yo: observo.

Sin justificar absolutamente nada, porque no es la intención de este post, mi hijo viste de varón, se comporta como varón y se sabe niño y está feliz en ese rol, pero le encantan las cosas de niñas y eso para mi está bien. Para mi y para sus hermanos y hermana y papá, y eso es dentro de nuestras cuatro paredes o nuestro micro mundo de familia, en el que su abuelo ya le ha regalado una Ana y una Elsa para su cumpleaños, y le han amanecido sirenas y ponys para Navidad y su madrina le ha obsequiado cuentos de hadas y una capa con brillo para pretender lo que él quiera ser, y su tío Oscar en la playa le ha regalado un collar de corales que le encanta. No reparamos en ponerle un programa de televisión si se trata de Princesita Sofía o de Sirenas Claro de Luna o cualquier película de “princesas” en Netflix, desde mi punto de vista personal y de familia, mi hijo la tiene clarísima, es y se siente niño y le encantan las cosas de niña y yo observo. 

En mi camino de madre me he dado cuenta que nos toca apoyar lo que nuestros hijos desean, ser sus guías desde muchos flancos y me siento contenta con el papel que hasta ahora desempeño, porque apoyo a mi hijo, como lo hago con los otros 3. María por ejemplo, pidió una patineta de cumpleaños y le encanta… y los tres mayores toman clases de ballet en casa porque les gusta y conviven y aman la música clásica: Antonio de 8 dice que las bailarinas son fuertes y concentradas y que las admira y que el ballet lo ayuda a ser flexible para el tae-kwon-do, María fantasea con ser bailarina entre otras cosas e Iker de 3, corre, gira, ríe y disfruta el baile y la música y yo, observo.

Observo que este mundo está como siempre girando y (quizá) -ojalá-, evolucionando en muchas cosas, observo que la libertad existe en muchos sentidos y que los seres humanos tenemos cada vez mayores probabilidades de conectar con nuestra esencia y espíritu para alcanzar nuestra misión en la vida, observo también que los juicios existen y que lo fácil es vivir conforme a lo esperado, lo tradicional o lo conservador porque ese es el “mundo del debe ser”, pero a mi, lo cierto es que a mi, ni lo tradicional, ni lo conservador, ni el debe ser me quedan, de hecho me aprietan y por eso he hecho tantos ajustes en mi vida. Yo no tengo ninguna expectativa que mis hijos deban cumplir o alcanzar, no espero nada de ellos excepto que logren “SER”, que logren “ESTAR” y que vayan conquistando su propia felicidad y logrando su misión de vida conforme crecen y se desarrollan.

A mi hijo le encantan las cosas de niña y está bien. Está bien porque es él, porque tiene libertad de ejercer su libertad y eso es todo en la vida. Crecerá y hará constantemente nuevas y diferentes elecciones y yo estoy y estaré para acompañarlo, a él y a todos mis hijos. Y estoy y estaré para cuanta persona se acerque desde un lugar genuino para decirle que: ante muchas situaciones de crianza no tengo ninguna fórmula, tengo pocas respuestas, pero una certeza absoluta, y esa es que amo profundamente a mis hijos y mientras que nada los amenace en su felicidad, vida o integridad, para mi, lo que hagan y elijan está bien.

Al margen de esto sé que hay muchos niños que hacen y pasan por lo mismo y solo tengo que decir que está bien, que el género no lo dictan ni los colores, ni los juguetes, ni los roles al pretender. Que los niños y las niñas juegan (ojalá) desde la creatividad y la imaginación y que con esas dos herramientas y el soporte suficiente de inteligencia emocional pueden ser lo que quieran y lo que deseen y alcanzar lo propio en su vida adulta.

Comparto fotos de nuestra intimidad para darle realidad, porque lo normal es lo que sucede dentro de cada hogar, en cada familia, le doy realidad a la felicidad de mis hijos y eso, eso está bien, porque me interesa que mis hijos y mi hija y los hijos del mundo sean felices… y no, no expongo la infancia de mis hijos, expongo mi vida de madre y el camino sagrado que este representa.

A favor de que las niñas y los niños jueguen con lo que quieran, vistan del color que mejor les plazca y lean todas las historias que los hagan felices… A mi niño le encantan las cosas de niñas y yo…, yo no tengo nada que hacer al respecto, yo observo feliz su felicidad y trato de ser parte de ella. Yo soy una mamá mas, ocupada de lo que la maternidad me enseña y aprendiendo todos los días desde el lugar mas humilde que puedo encontrar, aprendiendo de 4 maestros que son mis hijos, tratando las mas de las veces de estar despierta y atenta para guiar a veces, y a veces seguir la luz que los hijos emanan…

Me parece de pronto que este mundo podría ser un poco mas pacífico si las personas conservaran esa libertad de elegir lo que los hace realmente felices, si pudieran permanecer en el ser genuino sin perjuicios, ciertos de su camino  sin distractores por hacer feliz a alguien mas…, pero vuelvo, en ese pequeño mundo que si tengo a cargo por un rato, en ese pequeño mundo que es mi familia, me toca hacer la diferencia y criar a 4 hijos en la mayor felicidad posible.

A mi niño le encantan las cosas de niñas y está muy bien.

Karla Lara

@KarlaDoula

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