El futuro de los envases y empaques
El futuro de los empaques se pinta de verde, sin embargo, en el presente es necesaria la participación de todos para disminuir la cantidad de residuos en el planeta, la mejor forma de lograrlo es evitar adquirir productos con embalajes ostentosos e innecesarios.
Tecnología a favor del planeta.
Al estar en equilibrio con el ambiente natural buscamos elegir con cuidado los productos que adquirimos y optamos por aquellos que se distinguen por su interés en cuidar el planeta. Sin embargo, al consumir de manera responsable hay que poner atención a los envases y empaques, ya que en muchas ocasiones estos son los principales encargados de aumentar los residuos que se generan diariamente.
Si bien algunos empaques o envases están hechos de materiales reciclables como el cartón o el plástico, algunos otros son fabricados con elementos que aún se requiere mejorar su proceso de reciclaje, como es el caso de unicel. Además, si los residuos no llegan a una planta de recicladora, tardan bastantes años en degradarse en el ambiente, por ejemplo, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), una bolsa de plástico puede tardar en desaparecer entre 15 y 1,000 años.
Por ello, actualmente en distintos países se trabajan nuevos empaques y envases que resulten más ecológicos. Una muestra de estas innovaciones es el proyecto NANOPACK, en el que participa el Instituto Tecnológico del Plástico de España, en dicho programa se desarrollan envases cosméticos con nanotecnología para hacerlos más amigables con el medio ambiente.
De acuerdo con la institución valenciana, los nuevos empaques de cosméticos tienen nanoarcillas y óxidos metálicos, cuyo objetivo es disminuir la cantidad de materiales que se utilizan para fabricar envases, así se ahorran recursos naturales, se hacen más duraderos y seguros.
Por su parte, México también se realizan esfuerzos por disminuir el impacto de las bolsas y envases, especialmente apuesta por el desarrollo de bioplásticos. Recientemente el estudiante del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Scott Munguía, fabricó un plástico que se degrada con mayor facilidad que los hechos con hidrocarburos, debido a que está creado con huesos de aguacate.
Esta propuesta ayuda al medio ambiente de dos maneras, por un lado, integra al mercado un plástico que se degrada en 240 días y por otro, aprovecha un residuo orgánico que pocas veces se reutiliza, ya que de acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), en México se generan 300 mil toneladas de residuos de aguacate al año.
Es así que el futuro de los empaques se pinta de verde, sin embargo, en el presente es necesaria la participación de todos para disminuir la cantidad de residuos en el planeta, la mejor forma de lograrlo es evitar adquirir productos con embalajes ostentosos e innecesarios.
Fuente: SEMARNAT, AIMPLAS y CONACYT
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