Los beneficios de gatear en el bebé y el niño

Los beneficios de gatear en el bebé y el niño

Con el gateo el bebé adquiere la capacidad de desplazarse y de interactuar con su entorno, entrena su coordinación motora, su coordinación visomotriz, aprende a calcular distancias; es muy importante a nivel físico e intelectual.

Los beneficios de gatear en el bebé y el niño:

El gateo, además de estimular la coordinación motriz gruesa, fortalece huesos y músculos, y fomenta la independencia y la capacidad de la toma de decisiones de un niño.

El gateo es una etapa donde se involucran habilidades motoras y de coordinación, ya que, al gatear, el cerebro del niño hace conexiones de un hemisferio a otro, permitiendo una intercomunicación y el trabajo conjunto cerebral. Permitiendo, así, que maduren las funciones cognitivas.

El gateo es el resultado de una evolución en el control del cuerpo. Es un movimiento armónico, simétrico y coordinado.

¿Por qué es importante?

El gateo permite que el bebé se vuelva autónomo. Además de fortalecer sus extremidades, cuello, espalda y articulaciones, desarrolla sus sentidos y le permite reconocer su cuerpo. 

Si los niños no gatean, en la etapa adulta suelen tener dificultades en la coordinación y alternancia de los brazos con las piernas, lo que interfiere en las habilidades de organización y planeamiento.

Beneficios del gateo:

1. Desarrolla el patrón cruzado: es decir, la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal organizado y el equilibrio del cuerpo humano. Esto implica que el brazo derecho se sincronice con el pie izquierdo y viceversa.

2. Desarrolla el sistema vestibular: es muy importante para activar la emisión de señales de los dos laberintos del oído al cerebelo. Este permite que el bebé desarrolle su percepción; así, podrá saber dónde están cada uno de los puntos de su propio cuerpo.

3. Desarrolla la convergencia visual: el bebé, al mirar al suelo para colocar la mano o la rodilla, desarrolla el proceso de convergencia. Es decir, es cuando el bebé enfoca ambos ojos en un punto que atrae su interés. Se sabe, por estudios optométricos, que el gateo influye bastante en evitar problemas visuales en el futuro.

4. Pone a prueba e integra funciones táctiles: el niño registra sensaciones táctiles de la palma. Esto tiene una serie de ventajas de motricidad fina que luego influirán en la escritura. Además, al masajear la palma de la mano, esta envía información al cerebro de dónde está y de las diferentes sensaciones y texturas que siente.

5. Al gatear, el niño apoya su peso en las palmas de las manos y soporta esa tensión en las articulaciones de las muñecas, de los hombros, de la columna vertebral, de los fémures y de las caderas. Así, percibe la oposición de la gravedad y aprende a manejarse con ella.

6. Permite determinar el espacio que le rodea, con lo cual motiva su desarrollo neurológico, obteniendo información del ambiente, que le permitirá ejecutar una interacción social.

6. Ayuda a desarrollar la ‘dominación hemisférica’, proceso por el cual se incrementan las habilidades de los niños. Los hemisferios determinarán el empleo de la parte derecha o izquierda del cuerpo, de acuerdo con la acción que el niño realice.

7. Desarrolla la coordinación cerebral ojo-mano: cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar a la que más adelante habrá entre ojo y mano, a la hora de leer y escribir. Por tanto, el gateo favorece decisivamente la aparición temprana de las dos funciones -leer y escribir- con los beneficios adicionales que ello conlleva intelectualmente. 

¿A qué edad deben gatear? Los bebés suelen empezar a gatear hacia los ocho a nueve meses; no obstante, algunos lo hacen alrededor del año, otros a los seis meses, mientras que hay niños que aprenden a caminar sin haber gateado nunca.

Cada niño tiene su propio proceso y no todos son iguales; algunos gatean a esta edad, otros lo hacen después. Lo importante es que tarde o temprano lo hagan”, dice Chacón.

No todos los bebés gatean con manos y rodillas, algunos lo hacen en reversa, otros se desplazan sentados, otros muchos no coordinan perfectamente a la primera, toma tiempo que el bebé desarrolle su coordinación. La ciencia ha demostrado que el gateo es una fase imprescindible en el desarrollo de la persona y del cerebro, es muy importante no apurar al bebé para caminar y evitar el uso de andadores.

Para ejercer el gateo el bebé necesita oportunidades continúas y suficientes de estar en el suelo para intentarlo.

 

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