Los Niños, la Muerte y el “Globo flotando”
Llegaba el verano cuando perdimos a dos grandes amigos, dos seres que llegaron a alegrar nuestras vidas, ambos adoptados uno en Yucatan y la otra en el Distrito Federal, con un año de diferencia, Diciembre del 2012 y Diciembre del 2013 Acanceh y Maya nos regalaron muchas alegrías, muchas bendiciones y grandes lecciones, ese par de perros maravillosos eran almas gemelas dos seres que en el caos del mestizaje resultaron idénticos y que apenas se vieron se amaron para siempre y en realidad fue para siempre pues murieron un mismo día y es que desafortunadamente aún existen personas, muchas, que creen que envenenar animales es la solución antes que la palabra, antes que hablar, resulta que por una parte de la barda de nuestra casa nueva se empezaron a salir y le ladraban a las ovejas que viven en un terreno vecino, por esa única razón fueron asesinados, a esta gente la perdonamos y les deseamos pronta evolución, teniendo un hijo pequeño, de 4 años, tocaba explicarle la muerte…
Fue muy conmovedor darnos cuenta de que entendía, aunque con profundo dolor, el proceso de partida, entendía que esos seres que amaba estaban ya en otro plano, con sus palabras y de acuerdo a su edad nos dio consuelo y abrazo en los momentos más duros de la despedida, los cremamos para después enterrarlos en el jardín fueron días de mucho dolor en los que nuestro hijo estuvo firme, él los vio en el crematorio, rezo con nosotros, les agradeció con nosotros los regalos que nos dieron, las sonrisas y amor que compartimos, dentro de todo el proceso verlo a él asimilar la muerte con tanta claridad fue una extraordinaria lección de vida, la verdad para los niños, puede de entrada parecer dura pero siempre será el mejor camino para sanar y eso nos lo enseño, Iam, nuestro hijo durante ese proceso, la idea de la muerte había llegado a su vida, no es una idea que le guste para nada, por supuesto, pero es una idea que le da conciencia y vivir concientes es lo mejor que podemos regalarnos a nosotros mismos…
Entonces, quiero compartirles una experiencia que vivimos el fin de semana que nos tocó el corazón, fuimos a ver la obra de teatro de un amigo, de un querido y entrañable amigo que además es un gran actor, Fernando Canek, que está presentando en el Teatro Helénico “El globo flotando” , nunca me imagine que hablaría de la muerte, pero ya que estábamos en las butacas, tocaba vivir este viaje y fue uno entrañable, uno lleno de amor, de emociones, de vida, de magia, el público entero lloró, se conmovió, los niños estaban tocados, habían pasado por una fuerte pero encantadora experiencia con la muerte, estoy segura que cada uno de ellos se llevó en su corazón un regalo, o varios, para toda la vida, hablar de la muerte con nuestros hijos es un tema duro y difícil pero necesario, implica una enorme responsabilidad y dependerá siempre de las creencias espirituales de los padres, creo que ésta puesta en escena resulta en un pretexto perfecto para hacerlo, para llevarlos poéticamente a reflexionar acerca de la muerte de la verdad más absoluta e irremediable de todas, de corazón les recomiendo que vayan a verla, que la vivan, que toque su alma como tocó la nuestra, estará unas semanas más en este espacio teatral.
Hablémosle a la muerte de frente, sin miedo, con la fortuna de que si logramos esto podremos conectar más profundamente con nuestra vida, con nuestro día a día, con nuestro aquí y ahora apreciando su belleza y poder infinitos.
Twitter de Claudia Lizaldi: @ClaudiaLizaldi