Masturbación: el secreto del autoconocimiento
Masturbarse es una manera de querernos, de conocernos mejor a nosotras mismas y a veces de descubrirnos. “La masturbación es el sexo con alguien a quien amas.” -Woody Allen-
Masturbación: el secreto del autoconocimiento… Vivimos una época de libertad en muchos sentidos incluyendo la sexual, pero la masturbación sigue siendo un tabú y no es nada nuevo bajo el sol. Cuando se piensa en masturbación en principio (o por costumbre) se relaciona, las más de las veces, con el sexo masculino, es poco lo que se relaciona con el sexo femenino en primera instancia. Pero la masturbación no es exclusiva de un sexo, no pertenece solo a un género: las mujeres y los hombres somos seres vitales con pulsaciones y ritmos que marcan nuestros ciclos de crecimiento, de evolución, de emociones y tocarnos es la mejor manera de reconocernos, de identificarnos. Conocer nuestro cuerpo nos lleva a saber lo que nos gusta, lo que nos hace vibrar, lo que deseamos y lo que nos incomoda y no tiene nada que ver con los adjetivos que se le pueden dar para calificarla en los extremos de buena o de mala, la masturbación es natural.
Masturbarse tiene como intención primaria sentir placer, pero no siempre se hace con ese propósito la primera vez, a veces sucede por instinto porque obedece a nuestras necesidades corporales y eróticas, otras por casualidad. Masturbarse es una manera de querernos, de conocernos mejor a nosotras mismas y a veces de descubrirnos. Hace poco en un taller entre parteras nos fue compartida mucha información valiosa sobre sabiduría sexual femenina, pero de todo ello quedé atrapada por el término “auto-cultivación” para referirnos a la masturbación femenina. Y es que a las mujeres nos gustan las cosas bellas, somos por naturaleza dadoras de vida y auto-cultivar nuestro cuerpo, nuestra sexualidad como si fuera una tierra fértil para sembrar, implica un cuidado, un amor, un reconocimiento especial de lo que queremos, de lo que nos gusta, de lo que nuestro cuerpo necesita para crecer y florecer en muchos sentidos, y ello no debería tener nada que ver con la culpa, la vergüenza o el miedo que a veces se asocia a la masturbación, pues repito: la masturbación es natural.
La auto-cultivación, es decir; provocar y despertar el auto-erotismo debería ser parte de nuestra vida y salud sexual cotidianamente, si, porque la sexualidad es un componente mayor en nuestras vidas, que responde a pulsaciones y ritmos de nuestros ciclos vitales, que detona y mantiene en equilibrio nuestros procesos hormonales y que genera o limita nuestra poderosa energía sexual, que es en esencia energía creativa. La masturbación hace accesibles el placer, el bienestar, la expansión de una relación íntima, amorosa y segura con nuestro cuerpo, permite seguir y descubrir nuestras sensaciones, nuestro instinto, la masturbación no requiere consentimientos ni concesiones, puede lograr un placer exponencial pues dura exactamente el tiempo que queremos o necesitamos y eso nos recompensa con un profundo y mejor conocimiento de nuestro ser, nos conecta y reconecta con nuestra sexualidad vital. A pesar de todos estos beneficios naturales, sigue siendo un secreto (quizá mal guardado) la masturbación femenina, porque en nuestra cultura la mujer suele tener una lista casi infinita de obligaciones y cosas que “tiene o debe” hacer, antes que procurarse a ella misma y quizá en esa lista, el placer no tiene espacio, así nuestra lista de prioridades deja de último el auto cuidado incluyendo la auto cultivación y aún así sabemos que una mujer sexualmente satisfecha es mucho más feliz, más optimista y está mas tranquila, y relajada y en cada uno de sus roles se desempeña mejor.
Auto cultivarnos no como eufemismo, sino con un sentido literal de cuidado, nos hace amar nuestro cuerpo, liberarnos de la auto crítica y de la inseguridad absurda por expectativas irreales sobre nuestra anatomía y su forma. Masturbarnos nos lleva a recorrer nuestro cuerpo de manera integral e íntima, lo que nos llevará a tener una vida sexual mas satisfactoria para nosotras y para nuestras parejas. Hablar de masturbación no resulta común ni es algo que se platique casualmente, al menos no entre mujeres, (lo cual es una pena, pues eso suma la equivocada idea de que la masturbación femenina no es tan común); pero se puede empezar por identificar las zonas que se consideran erógenas en el cuerpo y que pueden ser una guía para conocerte y auto complacerte: los genitales externos: labios externos e internos de la vagina; el clítoris que tiene muchísimas terminaciones nerviosas y es un órgano dedicado al placer sexual; el famoso punto G, el periné, los senos y pezones, sin pasar por alto que la piel es el órgano más grande y sensible de todo el cuerpo.
No existe una forma única para masturbarse, pero algunos consejos pueden servir de referencia:
El sexo tiene tanto que ver con la salud como con el placer. La masturbación femenina tiene beneficios: te ayuda a conocer tu cuerpo, a descubrir y disfrutar tus sensaciones; mejora tu autoestima; genera placer y es un excelente remedio contra el estrés; ayuda a combatir el insomnio y a conciliar mejor el sueño, la excitación sexual y el orgasmo producen endorfinas que son las hormonas responsables de la sensación de placer y de la relajación; quema calorías y fortalece los músculos de piernas, glúteos, piso pélvico; reduce los cólicos pre y menstruales dada la circulación sanguínea que provoca y nos pone y mantiene en forma para disfrutar plenamente nuestra vida sexual.
La masturbación es también femenina, representa una íntima manera para conocer y relacionarte con tu cuerpo de manera autónoma, creativa y liberadora, no esperes y haz una cita contigo.
Fuente: La masturbación femenina, Georgina Burgos, Vecchi ediciones, 2012.
Karla Lara
Twitter de la autora: @KarlaDoula