Mi cesárea humanizada

Mi cesárea humanizada

Hablar de cesáreas en México es hablar de un gran negocio que ha ido dejando atrás la parte humana y maravillosa del nacimiento de un bebé.

Mi primera opción no era pasar por una cesárea, tuve la bendición de poder tener un parto con Renata mi primer hija, sin embargo en mi segundo embarazo tuve la hermosa noticia de saber que estaba esperando gemelos. El 50{34a698e907b8d6c8957c8a51888731b5cd917852059d33ee997608a9c59bd735} de los embarazos gemelares terminan en cesárea por múltiples razones, una de las principales y fue mi caso, es que ninguno de los bebés giró para encajarse y poder desencadenar finalmente el parto.

Sabiendo que esto podría suceder busqué a un equipo de profesionales que nos apoyaran para lograr un parto natural con gemelos o una cesárea humanizada en caso de que así se requiriera.

Cada persona va en busca de lo que mejor se ajuste a sus necesidades, creencias, deseos, etc. Creo que la decisión que cada quien tome debe de ser respetada y también creo que siempre debe de tomarse después de haberse informado y no dejar que sea el ginecólogo o amigos o familiares nuestra única fuente de información.

A continuación les comparto por que considero que mi cesárea fue humanizada platicándoles un poco algunos de los sucesos:

1) Planeación: Tuvimos la oportunidad de planear con las personas que nos acompañarían en este proceso como se llevaría a cabo en ambos escenarios (parto o cesárea) el nacimiento de los gemelos. Fue maravilloso sentarnos con los ginecólogos, pediatras, dula, etc. para platicar de cómo deseábamos que se respetara ese momento tan hermoso y milagroso que era el nacimiento de nuestros bebes.

2) Fue una cesárea necesaria: Según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Salud, elaborada por la Secretaría de Salud en México, en los últimos 12 años se incrementaron en un 50.3{34a698e907b8d6c8957c8a51888731b5cd917852059d33ee997608a9c59bd735} las cesáreas innecesarias. No se trata de estar en contra de ellas, se trata de que se practiquen cuando realmente se necesite y no por que el doctor tiene que agendarla para que pueda cubrir a más pacientes en menos tiempo.

3) Música durante la cesárea: El quirófano es un espacio frío, sin la menor calidez, así que un poco de música fue importante para nosotros y así logramos darle un poco la vuelta a este escenario y hacerlo un poco más cálido.

3) Presencia de las personas queridas. Al estar en la sala de labor y tomar la decisión de que después de 11 horas era necesario practicar una cesárea, mi doctor invitó a quienes me acompañaban en ese momento a ponerse una bata y entrar conmigo al quirófano, estaba mi esposo, Lore mi doula y Judy mi maestra de Kabbalah. En realidad después de entrar y pasados 12 minutos nacieron Aarón y Elías y fue una fiesta tenerlos a todos ahí, aplausos y abrazos de felicidad.

4) Esperar a que el cordón umbilical deje de latir: Esto permite que el bebé reciba de la placenta los últimos nutrientes, incluyendo el hierro que evita la anemia y dándole una segunda fuente de oxigeno en lo que sus pulmones empiezan a funcionar correctamente.

5) Inicio de la lactancia: Después de que nacieron los gemelos y nos enteramos del sexo (por que no lo sabíamos) fue una bendición que nuestro pediatra con quien platicamos y planeamos previamente el momento, hizo de manera rápida la limpieza de los bebés y de inmediato los pego a mi pecho para que empezaran a succionar y así lo hicieron, no puedo explicar lo maravilloso de este momento a pesar de las circunstancias.

6) Guardé mi placenta: Se me permitió sin conflicto alguno guardar mi placenta (no en todos los hospitales lo permiten), el doctor dio la instrucción de que hubiera hielo para guardarla ya que posteriormente la envié a un proceso de deshidratación y la consumí en capsulas durante dos meses después del nacimiento de mis gemelos y ha sido una maravilla como me he sentido con ellas. En mi Blog pueden encontrar un post sobre la placenta.

7) Alojamiento conjunto: Posterior a la cesárea es necesario ir a la sala de recuperación, los bebés se fueron conmigo hasta que pasara la mayoría de los efectos de la anestesia y nos subieron a todos al cuarto al mismo tiempo. Estuvieron siempre conmigo y eso evita la separación abrupta del bebé con su madre. Estuvieron siempre a mi lado, jamás los retiraron de mi cuarto durante los 3 días que permanecí en el hospital.

8) No dar formula en ningún momento al bebé: Ofrecer formula a los bebés después de nacidos es una de los principales factores para que no se de una lactancia exitosa. Mi pediatra dio la instrucción de que solo con mi autorización o la de el se les podría administrar formula, de tal manera que los bebés siempre estuvieran alimentados por mi. Los primeros días solo de calostro hasta que me bajó la leche.

9) Permitir la entrada de niños: Renata (de 3 años) pudo estar con sus hermanitos todo el tiempo que quiso, de hecho le dieron un curso en una salita hermosa con bebés de juguete y la enseñaron a bañarlos a cambiarles el pañal y le explicaron que era lo que estaba sucediendo y algunos de los cambios que habría en casa. Incluso teníamos la opción de que pudiera pasar la noche con nosotros.

Estoy muy agradecida con todo el equipo que me acompañó durante este proceso y con el Hospital Bité Medica y todo su personal que tienen como filosofía respetar tanto a la madre como al bebé y familia en un momento tan sagrado como lo es el nacimiento.

Esperemos poder reducir el número de cesáreas innecesarias y deshumanizadas que se llevan a cabo día a día en los hospitales privados y públicos de nuestro país. Informémonos más y retomemos lo que por naturaleza le pertenece a la mujer y solo a ella, el derecho de parir y de vivir esa hermosa experiencia con respeto, conciencia, amor y humanidad. Bien lo dijo Michel Odent, “Para cambiar al mundo hay que cambiar la forma de nacer”.

Me despido compartiéndoles la mejor “selfie” de mi vida.

Nos leemos pronto

Hilda

@MMIUXX

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los niños harán a la sociedad”

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