¿Por qué los hombres también tienen náuseas y antojos durante el embarazo?
Los antojos son, desde siempre, uno de los mitos relacionados con el embarazo. ¿Son reales? ¿Son un síntoma? ¿Afectan sólo a las mamás?
Los antojos son, desde siempre, uno de los mitos relacionados con el embarazo. ¿Son reales? ¿Son un síntoma? ¿Afectan sólo a las mamás?
Las ganas de comer helado o algo dulce en la madrugada o de comer con urgencia algo salado no son producto de la imaginación de las mujeres embarazadas, ni tampoco responden a un capricho gastronómico: los antojos son el resultado de las modificaciones en los niveles hormonales, en los neurotransmisores y y la producción de endorfinas que tienen lugar durante la gestación y que influyen en el apetito, especialmente aquellas hormonas producidas sólo durante el embarazo que modifican el metabolismo para proporcionar nutrientes al bebé como la GCh (Gonadotropina coriónica humana). Se dice que también estos antojos o estos ascos o rechazo por ciertos alimentos pasan porque el cuerpo le pide sabiamente a la madre los nutrientes que requiere y la protege de lo que no es saludable.
Entonces, ¿qué pasa cuando los hombres también presentan antojos en esos meses? Especialmente durante el primer trimestre, los hombres pueden sufrir determinados trastornos hormonales que acompañan a los de su pareja y que se manifiestan en una serie de “síntomas” entre los que se encuentran los antojos. A estas reacciones se les conoce como Síndrome de Couvade.
“Los hombres pueden experimentar cambios como la disminución de la producción de testosterona o el aumento de la producción de estrógenos y prolactina”, dos hormonas comunes en las mujeres. Pese a que se ha estudiado poco acerca de este fenómeno, algunos estudios se han aventurado a analizar la rección de los hombres cuya pareja está esperando un bebé. Más que ponerle nombre a estos “antojos”, estos estudios califican estas reacciones como parte de los síntomas del síndrome de Couvade.
¿Qué es el Síndrome de Couvade?
El síndrome de Couvade afecta a algunos papás (no a todos), casi siempre primerizos, y se manifiesta en una serie de cambios similares a los que atraviesa la mujer. Aunque no es frecuente (aproximadamente uno de cada diez hombres puede presentar alguno de estos síntomas, aunque algunos estudios elevan esa cifra hasta el 65{34a698e907b8d6c8957c8a51888731b5cd917852059d33ee997608a9c59bd735}), el síndrome de Couvade no queda reflejado solamente en los antojos, sino que también puede traducirse en una ganancia de peso paralela a la de la mujer,cambios de humor e incluso naúseas.
“Durante el primer trimestre, algunos hombres pueden empezar a experimentar un conjunto de síntomas similares a los de la mujer embarazada”, explica Gabriela Gómez, psicóloga de Sanitas.
“Los síntomas que con mayor frecuencia describen los hombres son náuseas y vómitos, repulsión a algunos olores y comidas, apetencia por ciertos alimentos, problemas intestinales y malestar estomacal, dolores de espalda, aumento o pérdida de peso, ansiedad, irritabilidad, cambios de humor o cansancio”. Sin embargo, existe algo de controversia a la hora de explicar el por qué de cada uno. “Lo que más peso parece tener es el fuerte estrés que se experimenta, y el grado de implicación del hombre con su pareja. El estrés intenso y sostenido en el tiempo da lugar a cambios bioquímicos en el cuerpo que pueden ser los responsables de los cambios hormonales y también psicológicos”.
Por ejemplo: la subida de peso, probablemente el síntoma más desconcertante, puede tener una explicación más sencilla de lo que parece. “Hay varios factores que pueden provocar un aumento de peso en estos casos, como acompañar a la pareja en algún antojo, el estrés o la ansiedad producidos por la paternidad, así como la disminución de la práctica de ejercicio físico”.
LOS SÍNTOMAS PUEDEN PROLONGARSE TRAS EL EMBARAZO
Si tenemos en cuenta que el desencadenante de muchos de esos síntomas está relacionado con el estrés, existe la posibilidad de que una gestión deficiente de la ansiedad durante la gestación se prolongue una vez que el bebé nace. Igual que las mamás tienden a ganar peso mas rápidamente que las mujeres que nunca han tenido un bebé a causa de los cambios en el estilo de vida que conelleva la maternidad, ser padres también influye en los hombres cuando llega el momento de cambiar pañales, reducir las horas de sueño al mínimo y dar la vuelta a nuestra rutina habitual.
Los hábitos post-bebé que más cambian son el sueño, las actividades sociales y las de ocio. Los horarios se ajustan a los de los hijos por lo que toda la rutina se organiza a raíz de las actividades de los pequeños de la casa. “Es recomendable conservar alguna actividad agradable propia, seguir teniendo algo de tiempo para invertir en uno mismo. Otra cosa extremadamente importante que no se puede abandonar son los momentos en que la pareja pueda estar sin los hijos”. También es importante llevar a cabo actividades en familia de forma rutinaria.
Fuente y desarrollo: us.hola
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