Preguntas indispensables para mejorar tu vida sexual

Preguntas indispensables para mejorar tu vida sexual

Es importante conocer la relevancia del sexo en nuestras vidas, para convertirlo en un proceso de trascendencia a través de un autoconocimiento. Y que se necesita información, datos, pláticas abiertas, comprensión y mucha receptividad.

Preguntas indispensables para mejorar tu vida sexual. La sexualidad humana es un aspecto central de cada individuo, ya que marca de manera decisiva el rumbo de nuestra vida: con cuáles roles de género nos identificamos; la forma de percibir el sexo, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción, la orientación sexual entre otros.

A través de la conscientización de la sexualidad, aprendemos a relacionarnos con los demás y con nosotros mismos.  Adquirimos pensamientos, fantasías, deseos, creencias, conductas, valores que nos ayudarán comprender a profundidad varias nociones de nuestra vida.

Influidos por los factores biológicos, psicológicos, sociales, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales, los seres humanos experimentamos una necesidad fulgurante por empoderar nuestra sexualidad. Demostramos este empoderamiento a través de la manera de vestirnos, comportarnos o relacionarnos. En especial con nuestros hijos.

El tema de la sexualidad no es algo sencillo, y menos cuando no estamos acostumbrados a hablarlo. Sin embargo es importante darlo a conocer a nuestros hijos, de manera que puedan adquirir un desarrollo saludable tanto físico como psicológico. Por lo que consideramos que estos son algunos puntos indispensables para reflexionar al respecto de la influencia de la sexualidad en el sexo:

– ¿Manejas tu vida basándote en los estereotipos? Los estereotipos son aquellas características, exageradas y a veces abusivas, que buscan justificar cierta conducta de una determinada categoría social. Por ejemplo, decimos que los hombres son “maricas” si muestran sus sentimientos; las mujeres son unas “zorras” o “de moral distraída” si se visten con minifaldas (incluso las culpamos a ellas si los hombres las voltean a ver con morbo, “¿Para qué se visten así?”, “están pidiendo a gritos que las violen”); llamamos “mirrey” al hombre que dice conocer acerca de sexo, pero “puta” a una mujer.

Este tipo de expresiones evidencian una cultura que incentiva la diferencia entre categorías sociales y sexuales, generando violencia física y psicológica: denigrando al cuerpo de ambos, obligando a realizar actividades que incomodan, sentir vergüenza al comportarse de una manera ajena.

–  ¿Consideras que la pornografía se parece al sexo real? Ver pornografía no es una actividad obligatoria. Es una fantasía con ilimitadas alternativas que no forzosamente es real. Como por ejemplo, los cuerpos de los actores: para poder formar parte de esa industria, la mayoría de ellos tienen implantes y operaciones plásticas, con bronceados y maquillaje en el cuerpo, aclaración de la zona anal y depilación láser. En la vida real, las personas tienen diferentes tipos de cuerpos, medidas y colores. Es importante estar conscientes de la diversidad corporal que en la pornografía no existe.

–  El sexo oral debe ser recíproco, respetuoso, con comunicación y sin dobles estándares.

–  ¿Sabías que el alcohol y el sexo no son una buena mezcla? El alcohol es un depresivo del sistema nervioso, ralentizando las funciones orgánicas (como una erección o lubricación vaginal). Además, es uno de los factores principales para tener relaciones con alguien que no te atrae, y bajo condiciones riesgosas.

– ¿Te sientes lo suficientemente cómodo con tu pareja? Para una vida sexual segura y plena, se requiere una relación de confianza y sinceridad. Hablen acerca de su historia sexual, el uso de protección contra infecciones y embarazos. No hay excusas de: “¿no confías en mí?”, “¿me crees capaz de ser un(x) cualquiera?”, “de seguro es porque tú eres un(x) tal por cual.”

–  ¿Consideras que eres un genio en la cama? Preguntar dónde, cuándo y cómo no es signo de debilidad. Nadie nace siendo experto en el arte del amor (ni del sexo). Así que, con el fin de conocer a tu pareja y a ti mismo, lo mejor es hablar acerca de sus propios gustos: ser abierto y receptivo.

–   ¿Te sientes atraído por las personas de tu mismo sexo?

–   ¿Te han dicho que el sexo es un deber marital (o lo has dicho)? No importa el tiempo en que haya durado la relación, nadie le debe sexo a nadie. Más específico: nadie puede obligar a tener relaciones sexuales sin consentimiento de la otra persona.

–  ¿Qué consideras como sexo? El sexo no es sólo penetración, también es frotación, manoseos, dedeos y besos en la zona erógena. E incluso con juguetes.

–  ¿Cuál es tu premisa del sexo?

El sexo, este pequeño recurso que causa revuelo y sonrojo por donde quiera que vaya, es una actividad que a lo largo de los siglos se le ha decorado con mitos y verdades a medias. Se le esconde salvajemente como síntoma de recato moral, dejando a la imaginación e ignorancia virginal sin herramientas para hacer uso consciente y trascendental de él.

Estudios científicos explican que el sexo va más allá de una necesidad reproductiva, sino también de una necesidad básica por sentir intimidad, placer y bienestar. Es una experiencia intemporal de conciencia y paz, que ayuda a sanar heridas emocionales e ideas culturales erróneas que bloquean nuestra sexualidad.

Por ello es importante conocer la relevancia del sexo en nuestras vidas, para convertirlo en un proceso de trascendencia a través de un autoconocimiento. Y que se necesita información, datos, pláticas abiertas, comprensión y mucha receptividad.

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