Razones para moderar el uso de dispositivos móviles en los niños
Los bebés de entre cero y dos años de edad no deben tener contacto alguno con la tecnología; mientras que de entre tres y cinco, máximo una hora al día; y de entre seis y 18 años, sólo dos horas al día.
Podríamos decir que actualmente existen numerosos factores que han influenciado en la manera de relacionarnos con los demás; entre los más populares se encuentran la llegada del internet como la fácil accesibilidad de una diversidad de gadgets o dispositivos electrónicos (teléfonos inteligentes, computadoras, tablets y videojuegos).
Éstos han provocado que, además de mantenernos conectados a una plataforma extracorporal, suframos de una desventaja en el desarrollo psicoemocional y psiconeuronal. En especial en las generaciones más jóvenes, cuando el vínculo paterno-filial se ve influenciado por el abuso de este tipo de elementos.
Si bien este vínculo de padres-hijos es el encargado de brindar a los niños los recursos necesarios para superar retos y obstáculos en un futuro, la conexión entre ambos puede verse marcada por el uso de este tipo de dispositivos a través de la crianza. Es decir que en este circuito de afecto no se están brindando las herramientas suficientes para proveer seguridad, confianza, entre otras que son indispensables en la vida diaria.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría, los bebés de entre cero y dos años de edad no deben tener contacto alguno con la tecnología; mientras que de entre tres y cinco, máximo una hora al día; y de entre seis y 18 años, sólo dos horas al día. Estas recomendaciones pediatricas permiten traer a consciencia las consecuencias de la presencia de los dispositivos sobre la salud y la vida en general. De hecho, estudios de la Fundación Kaiser y de “Active Healthy Kids”, en Canadá, advierten que el abuso de las tecnologías digitales por parte de los niños de muy corta edad, traen consecuencias graves, los cuales te compartimos a continuación:
Es un tema polémico, pero existe la creencia científica de que la tecnología, aunada al aislamiento infantil, pueden volverse adictos a la tecnología. De hecho, uno de cada once niños, de entre ocho y 18 años, son adictos a la tecnología.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los dispositivos inalámbricos son un riesgo de categoría 2B (cancerígeno) debido a la emisión de radiación. ames McNamee, de “Health Canada”, en octubre de 2011 emitió una advertencia de precaución que indica: “Los niños son más sensibles a una variedad de agentes que los adultos ya que sus cerebros y sistemas inmunes todavía se están desarrollando, por lo que no se puede decir que el riesgo sería igual para un adulto que para un niño”.
Fotografía principal: CNN México