Rutinas de ejercicio que puedes hacer con tu recién nacido
Los primeros meses después del parto son los más complicados. Mientras que nuestro hijo intenta adaptarse a la vida fuera del vientre materno, nosotras, como madres, aprendemos a “barajear” todo tipo de opciones para descansar, alimentarnos adecuadamente y cuidar atentamente a nuestro bebé.
Una de las actividades que la mayoría intenta practicar es el ejercicio. Deseamos regresar a nuestra figura y al peso antes del embarazo, sin descuidar a nuestro hijo recién nacido. Incluso, después de investigar los numerosos beneficios del ejercicio, anhelamos sentirnos desestresadas, motivadas y rejuvenecidas.
Para lograrlo, sabemos que necesitamos adquirir ciertos hábitos que nos impulsen a alcanzar nuestros objetivos de bienestar. Por ejemplo, procurar cumplir con una dieta equilibrada y saludable; después de haber consultado con el doctor algún régimen adecuado para ti, intenta aumentar la dosis de agua, de vegetales y frutas, de granos y alimentos bajos en grasa. Existen diversas opciones deliciosas para deshacerte de la comida chatarra después de un parto.
Otro hábito es acomodar horarios para dormir las horas necesarias para tu cuerpo. La falta de descanso incrementa la hormona ghrelina, la cual se encarga de generar la sensación de hambre; mientras que se disminuye la leptina, la hormona que se ocupa de producir la impresión de estar satisfechos. La clave de este hábito es darle importancia a las horas de sueño y de descanso, de lo contrario no tendrás ánimos ni energía para nada.
Y, finalmente, otro hábito importante para alcanzar nuestro objetivo de bienestar y belleza es el ejercicio. Es importante que también consultes esta actividad con el doctor, en especial si se tuvo complicaciones durante el periodo de gestación. De acuerdo con la periodista Chanie Kirschner, de Mother Nature Network, existen rutinas ideales para que puedas ejercitarte mientras generas un vínculo con tu bebé. Te los compartimos:
– Ejercicios de la parte baja del cuerpo. Mientras sostienes a tu bebé contra tu pecho (o en una cangurera), puedes hacer sentadillas o zancadas. La clave es mantener a tu hijo cerca de ti, a la altura del pecho; de ese modo evitarás lastimar tanto a ti como a tu bebé.
– Lagartijas. Acuesta a tu bebé debajo de ti, mientras que tú bajas y subes con la fuerza de tus brazos. Este ejercicio también funciona con las planchas, y cualquier otro que puedan colocarse frente a frente.
– Abdominales. Acuéstate con la espalda en el piso, colocando a tu bebé en contra de tus piernas flexionadas. En el caso que el recién nacido todavía no pueda sostenerse en esa posición, posiciónalo boca abajo en tu estómago, protegiéndolo con tus brazos y piernas.
– Sal a correr o a caminar con tu bebé en la carriola. Desde 10 hasta 20 minutos, puedes salir a tomar aire fresco con tu hijo.
En caso que te interesen los ejercicios para brazos, evita hacerlos mientras sostienes a tu bebé, de ese modo evitarás lastimarte; por lo que, si planeas hacerlo, asegúrate que el recién nacido se encuentre en un área segura, cerca de juguetes.
Pero sobre todo, recuerda que, además de hacer ejercicio para regresar a tu antigua figura y sentirte mejor emocionalmente, también puedes generar un vínculo especial con tu bebé.