¿Sabías que el éxito de la vida está en hablar más de un idioma?

Cuando proponemos “regalar” experiencias a los niños, esta es una oportunidad maravillosa para aprender por ejemplo: inglés. Te platicamos los beneficios de aprender otro idioma.

¿Sabías que el éxito de la vida está en hablar más de un idioma?… Sigmund Freud, Hannah Arendt, Nikolai Nabokov, Michel Foucault, Carl G. Jung, Marguerite de Valois, Maya Angelou, Lev Vigotsky, Anton Chéjov, Sor Juana Inés de la Cruz, Ernesto de la Peña, Montaigne, Kim Thúy, Oscar Wilde, Wei Hui. Todos estos personajes, famosos por sus aportes a la humanidad, tienen un común denominador: su habilidad políglota: es decir, hablar mas de dos idiomas.

Esta habilidad, la de hablar dos o más idiomas, es una oportunidad para adquirir una perspectiva nueva y fresca del mundo. 

De acuerdo con Gabriela Kruschewsky, socióloga en comunicaciones, en muchas ocasiones se le atribuyen al biligüismo beneficios concretos y personales, como la plasticidad neuronal enfocada en el aprendizaje y memoria. Sin embargo, existen otros beneficios, mucho más simbólicos, relacionados con los idiomas:

Empiezas a comprender y a apreciar tanto las referencias como asociaciones culturales. Muchas obras de arte (libros, obras de teatro, canciones ópera, películas, entre otros) están escritos en otros idiomas. Cuando empiezas a comprender la forma, el contexto y la lírica de la obra que estás observando, adquieres una perspectiva diferente del arte. Adquieres cierta ventaja al apreciar la forma original. 

El bilingüismo puede ayudarte a conseguir un mejor empleo así como a navegar por el mundo. Hablar entre dos o más idiomas te facilita traspasar fronteras físicas e ideológicas. Es más fácil aplicar el conocimiento de un lenguaje a otro y entonces ir recorriendo ciertas regiones del mundo. Además no es secreto que las empresas buscan candidatos al menos bilingües para ciertas posiciones.

Empezarás a notar (y a apreciar) aquellas cosas que a veces se pierden en la traducción. El comprender otro idioma te permite adentrarte en una nueva cultura y una nueva perspectiva del mundo. Te ofrece una visión más amplia de las personas, de la habilidad y la voluntad que cada individuo adquiere al interactuar con otras, te darás cuenta que muchas veces se trata de versiones o adaptaciones en español por ejemplo y no de traducciones literales. 

Sientes una conexión con tu herencia, historia y familia. Para muchos, hablar otros idiomas es una manera de mantenerse conectados con sus familias y raíces. 

Las relaciones con personas de diferentes culturas son más profundas. Cuando hablas el idioma de otra persona, pueden variar sus temas de conversación. De ese modo pueden construirse relaciones interpersonales mucho más significativas y valiosas. Es una manera de comprometerse con la comunicación de una manera más orgánica y sincera. 

La manera de expresarte toma numerosos rumbos. Algunas personas sugieren que los políglotas tienen personalidades múltiples, actuando de manera diferente cuando hablan en diversos idiomas. Cada idioma expresa ideas diferentes, que necesitan movimientos corporales precisos y característicos.  Por consiguiente puedes comprender a las personas en una amplia gama de respeto y tolerancia, de afiliación y complicidad. 

Finalmente, la capacidad de hablar dos o más idiomas es un regalo que reta a nuestras capacidades intelectuales y sociales. Esta práctica mejora, por mucho, la educación y el proceso de aprendizaje tanto nuestro como el de nuestros hijos. Procurar que los niños aprendan al menos un idioma adicional a su lengua materna es darles una amplia oportunidad de interacción en su vida para intentar diversas cosas, para lograr un desarrollo diferente. 

Cuando proponemos “regalar” experiencias a los niños, esta es una oportunidad maravillosa para aprender por ejemplo: inglés. Kids&Us utiliza una metodología de aprendizaje basada en el proceso natural de adquisición de la lengua materna, un proceso infalible que tiene lugar en un orden determinado, natural y espontáneo.

Los bebés llegan al mundo dotados de un cerebro donde la mayoría de circuitos están desconectados, entre ellos los del lenguaje. Para conectar y activar esta poderosa red, hay que rodearla de estímulos significativos que potencien al máximo sus habilidades innatas para aprender. Se trata de aprovechar y optimizar todos estos mecanismos que se activan en los primeros años de vida para ponerlos al servicio del aprendizaje de una segunda o tercera lengua.

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