Virus de coxsackie ¿qué es?

Virus de coxsackie ¿qué es?

Muy frecuente entre los niños de guardería y preescolar: la enfermedad mano, pie y boca suele tener muchos brotes y ser de fácil contagio.

Este mes de julio, las secretarías de Salud de los estados de Tlaxcala, Oaxaca, Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Zacatecas y Tamaulipas emitieron la alerta sanitaria, luego de detectar varios brotes de coxsackie, un virus que produce el Síndrome manos, pies y boca en niños.

El virus de Coxsackie provoca que los bebés y niños tengan erupciones cutáneas como ampollas en las manos, los pies y la boca; a esto se debe el nombre del síndrome que provoca.

El síndrome de manos, pies y boca es una enfermedad contagiosa muy común en niños de entre 3 y 7 años, ya que todavía no tienen inmunidad total contra el Coxsackie.

Los principales síntomas que presenta un niño contagiado por el virus de Coxsackie son:

Cabe aclarar que hay niños que no presentan síntoma alguno y las llagas sólo aparecen de manera repentina y por lo general no tienen complicaciones excepto las antes mencionadas. 

El pico máximo de contagio se presenta a los dos años de edad y se transmite en lugares donde la convivencia es muy cercana, como en las guarderías. El virus se puede propagar incluso cuando no hay sintomatología, por medio de las heces fecales, con el cambio de pañales y por las secreciones respiratorias.

El contagio se presenta en los primeros tres días de contacto y después aparecen los síntomas. Los brotes del padecimiento tienden a ocurrir durante el verano y a principios del otoño.

Un niño puede contagiarse por estar en contacto con un juguete infectado, con la herida de un niño con el virus, por estornudos, tos e incluso por contacto con un cubierto o plato que haya sido utilizado por alguien enfermo. El virus de Coxsakie se puede transmitir de adulto a niño, es por ello que se debe tener muchísima higiene para evitar propagarlo en la familia.

 

Recomendaciones

Antes de seguir cualquier tratamiento es importante tener un diagnóstico. Acudir al pediatra, al homeópata o al proveedor de salud de nuestra preferencia y evitar por todos los medios la automedicación.

Los alimentos fríos, como los helados y paletas, también ayudan a adormecer las zonas doloridas y serán muy bien recibidos por aquellos niños que tengan dificultades para tragar (¡y también para quienes no las tengan!)

Los niños que tengan ampollas en las manos y/o los pies deberían mantener estas áreas bien limpias y descubiertas. También se deberían lavar las manos con agua tibia y jabón.

Asegúrate de que el niños beba abundante líquido para mantenerse bien hidratado. La enfermedad de mano, pie y boca suele desparecer al cabo de varios días a una semana y los niños se suelen recuperar completamente.

No hay ninguna vacuna para prevenir la enfermedad de mano, pie y boca. Se trata de una infección contagiosa que se propaga a través del contacto con las heces, la saliva, las mucosidades de la nariz o el líquido que contienen las ampollas. Haga que su hijo se quede en casa, sin asistir a la escuela o a la guardería, mientras tenga fiebre o ampollas abiertas, tanto en la piel como en la boca.

Incluso después de que un niño se haya recuperado de la enfermedad, podrá trasmitir el virus a través de las heces durante varias semanas, pudiendo contagiar la infección a otras personas.

Lavarse las manos a conciencia es la mejor protección. Recuerde a todos los miembros de su familia que se laven bien las manos y que lo hagan frecuentemente, sobre todo después de utilizar el baño o de cambiarle los pañales a un bebé y también antes de preparar la comida y/o de comerla. Los juguetes que se comparten en las guarderías se deberían limpiar a menudo con un desinfectante porque hay muchos virus que pueden vivir en esos objetos durante varios días.

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