¡Ya dió el viejazo!
¿No será que cuando el cuerpo se marchita, ha llegado uno de esos momentos poderosísimos de pensar en lo más elevado, de ir a fondo, a profundidad en esos temas que a otras edades se antojan lejanos?
¡¡¡¿Qué frase verdad!!!?… Se la he escuchado decir a casi toda la gente que conozco refiriéndose a una actriz en alguna película, a alguna amiga, o conocida, cercana o lejana y desafortunadamente no es una frase que se emplea de forma positiva, aplaudiendo que alcanzó una madurez un grado más alto de sabiduría, de experiencia, ayer justamente mi Esposo AMADO, sin pensarlo mucho expresó esta frase pues nos encontramos a una bellísima conocida, que está en sus cincuentas y que a mi me pareció que estaba divina, me monté en PANTERA jajajaja, bueno, la verdad no me enojé, pero si le respondí enérgicamente que me parecía tristísima la frase y que no estaba de acuerdo en que él, ni nadie se expresara así de una mujer, y literalmente le dije, “me da terror escucharte decir eso, qué vas a decir de mi cuando yo lo dé y créeme daré el viejazo, dignamente, felizmente lo daré”.
Pues me decidí a escribirlo porque vi su cara cuando se lo dije, me di cuenta de que nunca había reflexionado al respecto, vanagloriamos la juventud, aplaudimos que alguien se mantenga joven, yo misma a mis 38 me siento halagada cuando me dicen que me veo más joven, y soy joven, pero no una chamaca de 20, hago ejercicio, como bien, amo bien, pienso bien, y creo que eso hace que me vea bien, pero carajo, voy a envejecer y no quiero que dar el viejazo sea una desventaja, quiero que sea la ventaja que siempre ha sido y debemos reconocer, la ventaja de la sabiduría, de la experiencia que los años y sólo los años de vida dan, que dar el viejazo es algo tan FANTÁSTICO tan bello, TAN NORMAL.
Hay tiempos para ir hacia adentro, ¿No será que cuando el cuerpo se marchita, ha llegado uno de esos momentos poderosísimos de pensar en lo más elevado, de ir a fondo, a profundidad en esos temas que a otras edades se antojan lejanos?, ¿no será momento de compartir con otros lo aprendido y de ser escuchado con respeto, amor y agradecimiento?, los viejos son potencialmente de nuestras mayores riquezas, su voz pausada, sus ojos sabios, su voluntad medida y poderosa, ellos son la voz que debe pesar más no la de los jóvenes que tienen ímpetu para cambiar al mundo (algo que estamos perdiendo y que es tema de más reflexión y acción, claro) y hoy que privilegiamos la juventud como lo hacemos, nos estamos perdiendo del balance, de esa fuerza pacificadora y transformadora de la madurez, creo yo, no quiero hacer un texto regañón pero ¡me ardí!…
No se trata de no cuidarnos, de no amar y de no respetar nuestro cuerpo, claro que vernos vitales y joviales es siempre una posibilidad y una bella elección, la sonrisa es el mejor accesorio para lograrlo, no estoy diciendo que dejemos a su gusto nuestras carnes caer, solo opino, humildemente, que podemos reconsiderar nuestro foco de atención y dejar de sorprendernos porque alguien envejece, porque entonces sometidas al terror por no vernos viejas, gastamos tanto tiempo, dinero, energía en tapar el rastro del tiempo y la vida igual se va y la muerte igual llega, y ¿en qué invertimos nuestra vida…?, ¿en vivirla? o en que parezca que ni un rayo de sol, ni un pétalo de una rosa ni un nada nos ha tocado jamás…
¡¡¡No!!! Que el sol nos bese la cara (con protector si,) pero que nos besuquee, que las rosas nos abracen y espinen, ¡que la vida nos pase! Y que podamos ¡celebrarlo! Digo yo!!! ABRAZOOOO DE LUZ!!!
“Todo mundo muere, pero no todo mundo vive”
Amando se entiende la gente.
Claudia Lizaldi
Fotos: Calendario Pirelli 2017