Carta a una hermana mayor...
Aquellos que tenemos o somos la hermana (o el hermano mayor) podemos identificarnos con este bello texto encontrado en la red… porque crecimos en el mismo núcleo…
Hermana mayor:
Desde que éramos pequeñas, fuiste mi cuidadora y mi ejemplo de aventurera. A veces fuiste muy odiosa. No obstante siempre estuviste ahí para formar parte de mi desarrollo gracias a tus cuidados y metidas de pata.
Aprendí a valorar los límites de tolerancia de mis papás, las consecuencias de nuestras aventuras, a descubrir nuevas experiencias y a socializar según nuestros recursos. Me enseñaste a entender gran parte de las vivencias de la familia, manteniéndome tranquila si algún evento nos asustaba. Me abrazaste cada vez que moría de miedo durante las noches. E inclusive hiciste que mis padres fueran más pacientes conmigo a través de tus experiencias.
Ahora, ya que somos adultas, continúas apoyándome con tus consejos acerca del trabajo o la mejor manera de vestirme. Inclusive sigues prestándome ropa a pesar de ser vivir en diferentes lugares. E incluso continúas dándome asilo político contra el tedio, el aburrimiento o algún conflicto con mis padres.
Eres mi gurú de la misma sangre, guardando secretos de mis aventuras y aguantando mis desplantes. Eres la única que comprenderás mis problemas emocionales porque creciste en el mismo núcleo familiar.
Simplemente eres tú uno de mis grandes pilares motivacionales en la vida.