Cómo generar una buena comunicación con tus hijos
La forma en que nos comunicamos y a su vez los escuchamos, va creando lazos y van desarrollando en el niño confianza, una autoestima fuerte y seguridad para ser y pertenecer a una sociedad.
Una buena comunicación y la empatía construyen una relación positiva con nuestros hijos…
La forma en que nos comunicamos y a su vez los escuchamos, va creando lazos y van desarrollando en el niño confianza, una autoestima fuerte y seguridad para ser y pertenecer a una sociedad.
Esta comunicación comienza desde el vientre, desde la forma de hablarle a tu bebé, la manera de comunicarte y expresarle tu amor. Al cuidar tus palabras y mensajes…, al ponerle música…, leerle poemas y decirle palabras dulces y amorosas…, mientras también aprendes a escucharlo y a sentirlo de forma consciente… Sentir sus movimientos y así atendiendo las necesidades de tu cuerpo, brindando a tu bebé un espacio agradable , cómodo… Así escuchando a tu cuerpo y a tu bebé, cuidando tu alimentación y todo lo que haces es para los dos ahora…, estás comenzando a construir un halo espiritual consciente y así se va creando comunicación en silencio, sutil que sólo tu y él escuchan… y que construye una comunicación positiva en el futuro.
Asistir a clases de embarazo y mas adelante a las clases de mamá y bebé facilitan y favorecen esta consciencia y desarrollan en ti una sensibilidad mayor en la comunicación y relación con tu bebé… Además que compartes con mujeres y otros bebés un camino espiritual y muy divertido y sanador.
La comunicación positiva es una parte esencial de todas las relaciones saludables. Construye el respeto mutuo, la confianza, la conexión y nutre la autoestima de tu hijo. La relación padre / hijo es nuestro primer lugar para el aprendizaje de cómo deben ser las relaciones. Por lo tanto, cuando fijamos el estándar para la comunicación saludable y positiva, los niños pueden desarrollar habilidades que les ayudarán a construir relaciones saludables para toda la vida.
Aquí están las directrices para la comunicación positiva, respetuosa con los niños.
HACER.-
ESCUCHA ACTIVA:
A menudo, los padres responden en lugar de comprender. Queremos ofrecer rápidamente nuestros juicios y consejos, pero al hacerlo se pueden cerrar las vías de comunicación. La escucha activa significa escuchar atentamente sin interrumpir, tratando de entender las palabras, la emoción y el mensaje del orador.
Evita distracciones (no veas en el teléfono o en un periódico, pon toda la atención en tu hijo), demuestra que te interesa usando un lenguaje corporal positivo (asiente con la cabeza, el contacto visual, la postura abierta), ofrecer aliento para seguir hablando, tales como “continuar” o “así es”.
El tono es tan importante como las palabras, así que un tono positivo y hablar con ellos de una manera respetuosa.
Sé que puede ser desesperante cuando los niños no escuchan o cuando se comportan de maneras que no nos gusta, pero hablando irrespetuosamente nunca podrás fomentar la cooperación o mejor comportamiento. Sólo se establece un mal ejemplo para la comunicación cuando se cometen estos errores.
PONTE A SU NIVEL:
Si te elevas sobre un niño, puede sentirse intimidante para ellos. Cuando un niño tiene algo que decirte, baja al nivel del ojo. Esto ayuda a los niños a sentirse más a gusto, lo que abre la comunicación. Al estar en el nivel del ojo transmite el mensaje de que estásrealmente prestando atención y mejora la conexión.
EMPATIZA:
Trata de ver las cosas desde la perspectiva de tu hijo. Cuando desechamos o rechazamos sentimientos, opiniones e ideas de nuestros hijos con “no es tan malo”, “no hay necesidad de estar molesto”, “eso es una idea tonta” o “eso nunca funciona,” se sienten invalidados. Esto apaga la comunicación. La empatía no sólo nos ayuda a comunicar nuestros pensamientos a los demás de una manera que tenga sentido para ellos, sino que permite que nuestros hijos se sientan escuchados y comprendidos.
MANEJA TUS EMOCIONES:
Estar en sintonía con y a cargo de tus emociones, al igual que ser capaz de regular antes de responder es la clave para una comunicación positiva. Cuando eres capaz de mantener la calma, positividad, y abstenerte de ataques o de decir algo que podrías lamentar más tarde. Esto es modelar la verdadera madurez de tu hijo.
SE ASERTIVO:
Se claro, comunicación asertiva directa significa expresar los sentimientos, necesidades y deseos de manera efectiva, respetando los derechos de los demás. Ser asertivo es una habilidad necesaria para los padres. La agresividad pone a los niños a la defensiva y la pasividad da a los niños una cantidad desproporcionada de control.
Cuando te comunicas asertivamente, utiliza “yo”, para hablar de tus sentimientos y justifica los límites o reglas. A pesar de ser asertivo, mantén siempre los sentimientos de tu hijo, necesidades y deseos en mente. Esto construye el respeto mutuo. Enseña a tu hijo a comunicarse asertivamente, hazle ver que es una habilidad importante para tener.
NO HACER.-
USO DE COMUNICACIÓN CONDICIONAL:
Darle a un niño la espalda, no querer hablar con él, rodar los ojos, fruncir el ceño y la retención de afecto cuando un niño hace berrinche no es el modelo de buenas habilidades de comunicación. Si bien hay que corregir el mal comportamiento, ten cuidado de no comunicar el amor condicional ya que los daños al autoestima de un niño rompen la conexión.
DISCURSO:
No hacerlo cuando estás enojado. Espera hasta que estés tranquilo y racional antes de enfrentarte a tu hijo. Trata de decir: “Tenemos que hablar de esto pronto. Pero primero, tengo que calmarme “.
CRITICAR:
Honestamente, no estoy segura de si hay tal cosa como una crítica constructiva. La crítica es siempre dolorosa, ya que es un ataque directo. En lugar de criticar, intenta describir lo que hay que hacer. En lugar de “tu habitación es un desastre”, dile “Necesito que limpies tu habitación por la tarde.” Cuando te enfocas en lo que quiere hacer en el futuro, en lugar de en lo que tu hijo hizo mal en el pasado, tienes mucho más probabilidades de tener un resultado positivo.
Utiliza estas directrices para la comunicación efectiva y positiva. Al modelar estas estrategias, tus hijos también comenzarán a utilizarlas no sólo en la comunicación contigo, pero con otros en el futuro.
Esther Fasja