Miedo al aburrimiento de tu hijo

Miedo al aburrimiento de tu hijo

Estamos acostumbrados a los estimulos externos para no vivir aburridos nunca.

Este verano me di una escapada para descansar con la familia. Siempre estás pensando en buscar el momento de darte unos días para convivir, compartir y sobre todo para disfrutarlos a todos.

El asunto es que llegando a descansar sigues con el acelere de la salida para el viaje, que no incluye menos de armardo de maletas, busqueda de todo lo necesario para el lugar al que vayas entre bloqueadores, trajes de baño, sandalias, gorritos, etc. Cuando al fin logras tener todo listo, sigue la siguiente parte de la travesía que es tomar un avión y todo lo que conlleva hacer esto y al final el trayecto hacia tu destino para finalmente llegar a desempacar, y en algún momento desacelerarte.

Esta desaceleración viene acompañada de vueltas por todos lados para ver que vamos a hacer, ir a la playa, meterse a la alberca, asolearse, en fin. Sigue un poco el acelere, hasta que después de un día encuentras ese punto de paz que tanto añorabas y bueno, la lluvia nos acompañó este primer día, así que se pintó una cara de; ¿y ahora qué sigue? de los asistentes y aquí es donde viene el miedo al aburrimiento. Volteas y ves a los papás aplicando miles de formas para que sus hijos no se aburra, ofreciendo opciones, desde el iPad, hasta la compra de miles de botanas, dulces, jueguitos, etc. y me pregunto, ¿qué tiene de malo el aburrimiento?

Creo que en esta época que estamos tan acostumbrados a estar estimulados por todo lo que nos rodea, nos cuesta trabajo estar con nosotros, entretenernos nosotros y sobre todo “autoconsolarnos”, nada más impotente en la vida del ser humano como este último punto.  

Así que dejé que el aburrimiento se apoderara de nosotros, sin dar estimulos externos para frenarlo y es ahí, justo ahí donde empieza a volar la imaginación de todos, sobre todo de los niños, fue cuestión de unos minutos para que ese aburrimiento llevara a Renata de dos años y medio a preparar cafés de sabor arcoíris, a usar las tablas para surfear de niños como maletas y fingir que iba al aeropuerto de viaje y así un sin fin de situaciones que solo requerían de cualquier cosa a su alrededor y de imaginación para que creara y buscar “autoconsolarse”.

Creo que debemos dejar fluir y dejar salir el juego libre que incluye en muchas ocasiones el aburrimiento, es ahí cuando explotan chispas de creatividad, de resolución de conflictos, de autocontrol para nuestros hijos. Así que sigo invitadisima en esta vacación a ver a mi hija aburrirse y muero de curiosidad de ver con que genialidad va a salir para vencer su propio aburrimiento.

Nos leemos pronto

Hilda

Twitter de la autora: @MMIUXX

“Lo que se les hace a los niños,

los niños harán a la sociedad”

Karl Menninger

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