¡¡¡Yo sí creo en el amor!!!!!!

¡¡¡Yo sí creo en el amor!!!!!!

Todos queremos creer y es que todos queremos sentir, esa es la cosa con el amor, es una promesa que nos llega a través de historias, cuentos, novelas, palabras, frases que emocionan y un día tenemos edad suficiente para salir a su encuentro y emprendemos la aventura en la búsqueda del amor y los miedos de otros corazones rotos, las diferencias, el destiempo, necesario casi siempre, aunque casi nunca ni entendido, ni bien recibido nos empiezan a convencer de que es un mito, de que no existe, que eso que estamos buscando no es verdad y no existe…

Pero el amor es posiblemente la única verdad, y es que el amor es lo que realmente somos, de donde venimos y a donde vamos, por eso al tratar de expresarlo, exaltarlo, recrearlo, sentimos tantas cosas, por que el amor es la verdad y por eso yo si creo en Él. Yo si creo en el amor. 

El enamoramiento no es Amor 

Ahora hay que pensar en el enamoramiento, nada ha sido más profundamente confundido con el amor que el sentir mariposas en la panza, producto de un cóctel hormonal, químico, que ya se ha comprobado que tiene una duración, así entonces, ha aparecido incluso quien aún confundido en las palabras y apoyado por la ciencia se ha atrevido a sostener que el amor tiene duración y si acaso es cierto que existe, se acaba. 

El amor no puede acabarse pues no empezó en ningún lugar. El amor es, es una corriente de vida, es una verdad que al caerse las mentiras brilla intensamente, se queda con el escenario completo, somos ese amor, cada uno de nosotros y con mayor fuerza en conjunto. Pero cuando se trata del amor por alguien más entonces esa energía que encuentra un foco de atención si tendrá que decidirse en un principio y más adelante tendrá que moldearse a voluntad, la primera decisión es a dejarse sentir y esa energía, ese amor se mezcla con el enamoramiento y logra una intensidad que puede hacernos mover continentes, crear vida, conquistar lo que parecía inconquistable… Pero cuando la emoción desciende necesariamente y sólo queda la verdad, el amor y la necesidad de alimentarlo, crecerlo y trabajar, son pocos los que se atreven a quedarse, es así que muy pocos seres humanos puedan dar testimonio de esa tierra lejana que por lo tanto para una inmensa mayoría entra en el mundo de las utopías, las ilusiones y los mitos…

El amor existe 

Es entonces que me atrevo a decirte desde ésta tierra lejana que te atrevas a surcar el mar, a pasar las tormentas por que existe, la tierra del amor que da una fuerza a tu vida, brillo a tus días, que te enseña y te regaña cuando es necesario, ese amor que sostiene una relación después de cualquier cosa, es la verdad más verdad y no quisiera que te mueras antes de haberlo probado, de haber vivido su abrazo. 

Es cierto que para llegar a esta tierra necesitarás de un cómplice, y es más cierto aún que las mujeres tenemos mucho más claro el mapa para llegar que los hombres, pero si no empezamos ya a hablar de esta tierra, terminará por desaparecer y quedar sólo en la memoria de algunos y cuando estos ya no estén en este mundo para poder hablar en primera persona de el verdadero amor, porque lo han vivido, entonces morirá para nuestra posible percepción… No aceptes menos que un verdadero hombre a tu lado, un hombre que te pueda ver a los ojos y pueda decretar mirándote ‘Yo si creo en el amor’. Entonces cada hombre tendrá que llegar a convertirse en un cómplice perfecto, no le quedará otra opción. Confío en que esta Tierra siga viva y muchos mas lleguen a vivir el amor y no dejen morir a los años su oportunidad cuando el enamoramiento se marcho, y confío en esto porque Yo si creo en el amor. 

Claudia

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