12 maneras de aumentar el autoestima de tus hijos
La autoestima es una necesidad emocional, que en el caso de los niños depende también de su entorno familiar y académico. Por ello, padres y maestros pueden ayudar a potenciarla.
La autoestima, esa imagen que vamos creando y creyendo de nosotros mismos, de pronto estamos tan enfocados en el mundo adulto que se nos olvida que los más pequeños se encuentran en el día a día construyendo su propia autoestima. Se nos ha olvidado la importancia de sembrar la autoestima infantil.
Lo decimos cada vez que podemos “la palabra educa pero el ejemplo arrastra…”, nosotros el primer referente de nuestros hijos: nuestro actuar, hacer, decir, callar… y nuestra forma de hablarles y de tratarlos, tiene un poder que se va convirtiendo en su voz interior.
Es cada vez mas importante criar niños que se amen y que sepan amar, que tengan confianza y que la mantengan conforme van creciendo, en ellos mismos, en las personas que los rodean, en sus capacidades, habilidades, facultades…
Te compartimos 12 maneras para fomentar y aumentar la autoestima infantil:
1. Darles tiempo.
Tiempo de calidad, de absoluta presencia, de escucha activa, sin distracciones ajenas, poniendo atención a sus palabras, gestos, miradas. Eso los hace sentir importantes, que son nuestra prioridad (y lo son), pero alimenta su espíritu, no tienen que ser horas, unos momentos al día, cada vez que sea posible. Verás los cambios y agradecerás haber puesto atención a tiempo.
2. Corrige sus errores desde el amor.
Los niños valoran y agradecen los límites, se sienten cuidados, protegidos, que son importantes para alguien. Corregir sin gritos y con paciencia, el niño es una esponja que absorberá lo bueno y lo malo. Hazle entender que aprenden juntos, que están recorriendo el camino para ser maestros mutuos de la vida. pero háblale con la verdad cada vez que lo corrijas, no lo amenaces.
3. Fomenta su autonomía, dale responsabilidades.
Asigna tareas acorde a su edad, los niños cuando logran cosas, cuando son tomados en cuenta para participar, se sienten parte activa e importante de su casa, escuela, familia, –actos como preparar su ropa para el colegio, armar su mochila, preparar su cena, cocinar con mamá o papá, recoger su ropa…
4. No importa la razón, NO lo compares.
Ni con sus hermanos ni con sus amigos. No compares a un niño con nadie, y tampoco lo hagas con adulto. Nadie es mejor ni peor que nadie, todos somos diferentes.
5. No uses etiquetas.
Cuando el niño haga algo mal hay muchas maneras de decírselo: no está bien que pegues a tus hermanos, no tienes que romper los juguetes, es importante que hagas la tarea, es bueno que tomes tu baño diario, … usar adjetivos “descalificativos” puede dañar el espíritu del niño.
6. El reconocerlo por todo tampoco ayuda.
Se vale reconocer los logros, la tera realizada, la conducta cambiada, juzga sus comportamientos pero no al niño.
7. Establece límites claros y congruentes.
Es decir, si no recoges tus juguetes no iremos al parque; el niño querrá negociar esto pero no valen medias tintas, si le has puesto una condición razonable tienes que hacerla valer, pues de lo contrario no se lo tomará en serio.
8. Valora el esfuerzo, no los resultados.
Las calificaciones no definen a nadie. Lo importante es que el niño haya sido constante y se haya esforzado, refuerza esto. Para fomentar la autoestima infantil es muy importante valorar su esfuerzo.
9. Sé concreto.
Dile lo que ha hecho bien y porqué te ha gustado para que el niño sepa lo que te agrada. Es importante que comentes con otras personas ante el niño sus logros y su esfuerzo, pues le hará sentir útil e importante.
10. Valida sus emociones.
Si el niño llora es probable que se haya hecho daño, dale la importancia que tiene. Evita decirle: ¡No pasa nada! Sí que pasa, algo le hace sentir mal y es importante que le demos la relevancia pertinente. A veces los niños no tienen aún herramientas emocionales para nombrar y darle espacio a sus emociones, es importante guiarlos hasta que lo hagan por sí mismos…
11. No le sobreprotejas, fomentarás la inseguridad y la dependencia
Los niños no se rompen y necesitan una dinámica que les genere oportunidades para desarrollarse de forma constante, no para estancarse. Los niños necesitan tomar ciertos riesgos para ejercer su voluntad, su libre albedrío y su sentido común.
12. Reserva momentos para cada uno de los niños que tengas alrededor.
Intenta buscar un espacio individual para cada uno, pues el hecho de ser importantes y protagonistas durante unos minutos o unas horas es muy reforzante para ellos. Haciéndolo les muestras que para ti es clave dedicaros el uno al otro de vez en cuando, importándote cómo se siente y buscando generar novedosos intercambios.